jueves, 19 de abril de 2012

Punto Fijo Distrito



Guillermo De León Calles


Crecimos juntos. La ciudad y nosotros crecimos juntos. La calle, sin serlo, era una convocatoria de polvo y verdolagas. Y si estiramos un poco la noción de la realidad, todo estaba a medio andar, la torre de la iglesia, las zanjas para los tubos gruesos, los pies resentidos del polero, la noche mis­ma. Punto Fijo entonces, para quienes veníamos apermisados por la pe­dregosa multitud, para que desembocáramos frente al mar, era una espe­cie de confrontación obligada con la vida anterior, dada por patios y traspatios, ventanales en donde cabía el sol completo, puertas certificadas por el barroquismo y, todo, el silencio, del cual la única cómplice era la luna llena.
Punto Fijo pareció decirnos, mucho gusto, pasen adelante, porque realmente el comercio, muchas veces medio silvestre, era el anfitrión fun­damental, con giros dialectales tan diversos, capaces de definir la nueva realidad como un mundo ausente de relatos anteriores y de ilustraciones vertidas en las más modestas enciclopedias de nuestra niñez. Debemos decir que el emblema bullicioso era el pasaje Zeiter y que la nostalgia y la querencia reciente, pudieron dar cabida al poder contar con dos tierras y una sola vida.

La ciudad era geopolíticamente huérfana, tenía que serlo. No podía merecer etiqueta distintoria aquel amargo constante de desaparición, aque­lla convulsión cultural, que comenzó a colocarle mortadela a las arepas peladas y que se despertaba entre crisis socialmente epilépticas, cuando la noche se colocaba lentejuelas en medio del pecho. Tenía que ser, definiti­vamente, un caserío. Menos para los propósitos de Rafael González Esta­ba, éste le había puesto plaza y escuela a la recién llegada comunión huma­na, a la que también le abrió unos espacios deportivos para que le aliviaran sus tardes y los calores de las medias mañanas dominicales.

Y menos también -con tiempos muy distanciados entre ambos- para Jofre Játem, que durante los años en que la clandestinidad política, encontró refugio en el escritorio de caoba de la Cámara de Comercio de Paraguaná para pensar mapas y colorear sueños, que llevaran, alguna vez, a Punto Fijo a convertirse en distrito, ¿distrito?, ¿y por qué?, porque cuando la dictadura clausurara sus traumas, la ciudad crecería tanto y tanto, que al desbordarse urbanamente, no podía quedar sin un lugar políticamente apropiado, cerca del pico, en donde la península de Paraguaná nunca se cansará de beber agua de cielo.

Las reuniones fueron tramitadas después que el 23 de enero de 1958 apresuró su madrugada. El resurgimiento de la palabra en plena calle y la  de los foros controvertidos afinaron las posibilidades. Ondas del Caribe volvió a ser Ondas del Caribe y Médano reanimó la tinta escasa con que había nacido. Hubo que esperar que el pensamiento y el sentimiento sobre Punto Fijo, se asentaran definitivamente, sin pensarse en los regresos masivos y que la tenencia de la tierra flexibilizara sus rigores, para darle paso, en nombre de la libertad apasionada, a los nuevos barrios. Al poco tiempo surgirían las reuniones con nombre propio: Comité Pro- Punto Fijo Distrito.

La dependencia, como se había establecido provenía del Distrito Falcón, amparo de toda la península de Paraguaná y, en términos específicos, de la Junta Comunal del Municipio Carirubana. Los promotores la nueva categoría clamaban por autoridades propias, que diseñar: ejecutaran, con autonomía, los planes que convenían a una comunidad catalogada como urbana y que aún siendo caserío, el más grande del mundo, estaba dotada de instituciones sólidas, como la iglesia Nuestra Señora de Coromoto, el liceo Mariano de Talavera, la Escuela de Comercio, la Escuela Industrial, la Escuela de Administración Comercial de la Universidad dad del Zulia, el diario Médano, Ondas del Caribe y la incipiente Radio Paraguaná, por sumarlas al Club de Leones de Paraguaná, el Rotary Club, el Ateneo de Punto Fijo, la misma Cámara de Comercio, el Centro Hispano y una modesta delegación del Poder Judicial.

En las reuniones, que se intercalaban entre las casas de habitación de Joffre Paúl y Julián Játem, respectivamente y el Club Falcón, siempre frecuentábamos los que entendíamos que Paraguaná espiritualmente era única, pero que, administrativamente, con certeza o errores de apreciación debía estar diferenciada. Figuras como Nhur María Játem, Carlos Wonhsiedler, Elvia Játem de Hómez, Teófano Fagúndez, Rafael González Estaba y muchos otros, no tantos, configuraron el embrión de un propó­sito, que hasta llegó a tener canto grabado por el insigne falconiano Tino Rodríguez.

La avalancha de criterios iba democratizando las acciones. Los co­mentarios iban desde la salvaguarda de la unidad peninsular, hasta una equitativa distribución del territorio. Una refinería petrolera para cada uno de los dos distritos, que conformarían a Paraguaná y la incorporación de cuidados económicos -con base científica o no- que garantizaran la super­vivencia de los pueblos más deprimidos del ancestral ámbito caquetío.

La armonía interna dentro del Comité, decretó el momento oportu­no para la creación de la nueva entidad, porque el acaloramiento inundó a la Paraguaná oriental, con naturales celos por su desintegración y desmem­bramiento y, además, llegó a prenderse en las pasiones de los partidos políticos, simultáneamente con la aceptación, por parte de la Asamblea Legislativa del Estado Falcón, del proyecto de Ley de reforma de la divi­sión político-territorial del Estado Falcón.

Las posiciones de las fracciones parlamentarias en la legislatura regio­nal, fueron radicalmente encontradas. Acción Democrática y URD, con sus diputados, desde el comienzo de las discusiones del instrumento legal, estuvieron comprometidas con la decisión de que la ciudad del viento, como la había distinguido el poeta y periodista Vladimiro Rivas, asumiera categoría acorde con su crecimiento y desarrollo. La sesiones estuvieron signadas por discursos encendidos a favor de la reforma, mientras que Copei y el Movimiento Electoral del Pueblo, consustanciados con los ar­gumentos esgrimidos por sectores representativos y el pueblo llano del Distrito Falcón, asumían posiciones contrarias.

La división se había consumado con el nacimiento del distrito número l3 del Estado Falcón: Distrito Carirubana, capital Punto Fijo. La refor­ma se aprobó el 12 de diciembre de 1969, con la incorporación de dos municipios, esencialmente urbanos, como Punta Cardón y Carirubana pro­piamente dichos y, uno de características diferentes, en cuanto a confor­mación demográfica y tradicional: Santa Ana.


La denominación de Carirubana se tomó como un acto de reconocimiento al poblado que, definitivamente, había constituido la génesis de Punto Fijo, en aquel proceso cultural de ascenso hacia Cerro Arriba, nom­bre anterior de nuestra ciudad, que distinguía en los albores del siglo XX, en un paisaje desértico, las casas de Tertuliano Naveda y Juana Acosta, hasta que los años 20 comenzaron a transformar la vida general de este espacio telúrico, con el establecimiento de la Venezuela Gulf, que en 1936 pasaría a denominarse Mene Grande Oil Company, que sigue llamándose Mene Grande a través de la distinción popular, que le dan en todo este tiempo.

Rafael González Estaba, estuvo comandando la construcción y el crecimiento espiritual de la nueva urbe, a partir de la plaza José Leonardo Chirinos -con el tiempo, "del Obrero", hasta que se le restituyó su nombre inicial- la creación de la Escuela Federal Unitaria 3.309, con la maestra Olga Díaz de Díaz como pionera. A esto debemos sumarle la participa­ción activa de Octavio Salcedo Salcedo en el trabajo de distinguir las calles de la nueva Punto Fijo con nombres de próceres de la Independencia y de Repúblicas hispanoamericanas.

El ingeniero Ramón Antonio Medina, como gobernador del estado de entonces, le puso el ejecútese a la Ley reformada el 3 de Enero de 1970 y la decisión de la Asamblea Legislativa regional determinó que la Junta Administradora del nuevo distrito, se realizara el 27 de febrero del mismo año, en el auditorio de la Escuela de Comercio, con la siguiente estructura: Jorge Tovar Rivera, presidente; Carlos Sierraalta Osorio, vicepresidente, mientras que la equivalencia relativa a la condición de concejales, corres­pondió a José Ramón Viloria, Luis Alberto Galavís, Salomón Rojas, Enri­que Salima González y Guillermo de León Calles. El primer Síndico Procurador fue el abogado Oswaldo Moreno Méndez y el primer Secre­tario, Francisco Martínez, quien después fuera reemplazado por Orlando Arcaya Ventura.

Las sesiones grabadas por el técnico de sonido Carlos Borges Calde­ra recogen que el primer cronista fue Rafael González Estaba y que el informe inicial de la presidencia, destaca que como administrador fue de­signado Napoleón Jurado y que el resto de los nombramientos fue meca­nografiado por María Escarbay.

El Distrito Carirubana contó con su primer Concejo, luego de las elecciones generales de 1973, recayendo la presidencia, después de un acuer­do de la misma cámara municipal, en Alejandro Blanco quien fue sucedido por Carlos Naranjo, José David Díaz, Ramón Ruiz Polanco, Carlos Wonhsiedler, Rolando Juvenal Mora, Alicia Carrasquel, Oswaldo Moreno Méndez, Alejandro Weffer, José Cristóbal Primera y Rosa de Triana.

La nueva Ley de régimen municipal consagra la figura del Alcalde en 1990, posición que ocupara por primera vez, el médico psiquiatra Raúl González Castro, seguido en dos oportunidades por Rolando Juvenal Mora, luego Luis Marcano Rubio, Carlos Tremont y actualmente Alcides Goitía.

Todo comenzó en la calle Marino, en donde siempre se ha alojado un destino educacional: El liceo Talavera, la Escuela de Comercio, la Uni­versidad del Zulia y ahora el Instituto José Gregorio Hernández. Fue poco el tiempo, porque aprobada la construcción del nuevo edificio mu­nicipal, se encargó al arquitecto Alejandro Blanco para tales fines, con la circunstancia de que este profesional llegaría a ser presidente de un futuro cuerpo edilicio.

Hemos realizado una crónica apretada de la constitución y logros del Comité Pro-Punto Fijo Distrito. Lo ausente en el presente trabajo, sabe­mos que comparte la memoria de muchos ciudadanos. Algunos faltan en un registro que resultaría interminable, si nos atuviéramos a una relación minuciosa de los acontecimientos. Mientras tanto, estamos sólidamente pensando en que alguna vez, muy pronto, logremos concebir una exposi­ción más amplia de lo que ha significado para Punto Fijo y el Estado Falcón en general, el surgimiento que empezó a cambiar el mapa político de nuestra entidad regional. Así será.



GUILLERMO DE LEÓN CALLES - SÍNTESIS CURRICULAR


Guillermo Segundo de León Calles, Poeta, Profesor Universitario y Cronista del Municipio Carirubana nació en Pedregal, estado Falcón, el 17 de septiembre de 1943.

Carrera Literaria:
En la Península de Paraguaná cumple su formación en el campo de las letras, con ámbito humanístico y permaneció en la ciudad de Caracas, a los efectos de su consolidación en él.
Entre sus obras se encuentran: La piedra no está hecha de piedra, Teatro, Cantos para arrullar abuelos, Palabra  de honor, Las lloviznas del turupial, Bolívar doscientos años o la eternidad, Memorias de un Punto Fijo, La esquina de Pablo, Vuelto ebrio, Paraguaná un milagro de Dios, Campo Shell, De perfil y de frente, Con letra de imprenta, El mar nuestro de cada día y Cuentos de Tío Memo.
Su poesía y textos teatrales han sido interpretadas por Rafael Alberti y Nuria Espert, Luis Beltrán Prieto Figueroa,  Los Cuatro de Chile, Morella Muñoz, Balbino Blanco Sánchez, Emiro Querales, Felipe Amaya, José Montecano,  Cuatrocantos, Carota Ñema y Tajá, Lilia Vera, Serenata Guayanesa, Yuri Díaz, Manuel Petit, Miguel Ángel Bosch, José Terremoto Lugo, María Teresa Chacín, Ruperto Tico Páez, las corales: Paraguaná, Falcón, Universidad Santa María y Santa Ana, y los grupos teatrales Terrón de Azúcar, Espejos, Pig, Escuela de Filosofía de la UCV, Escuela de Comunicación Social de LUZ y otros  grupos diseminados en el resto del país; entre ellos el de la UNELLEZ.
En la Docencia:
Guillermo de León Calles ocupó la presidencia durante dos períodos consecutivos del Centro de estudiantes del Liceo Mariano de Talavera, así como de su similar en la Universidad del Zulia, Núcleo Punto Fijo.
 
En el campo de la promoción cultural y de la docencia, se ha desempeñado como director-fundador del Ateneo de Punto Fijo, profesor de Castellano y Literatura del Liceo Alejandro Petión de Punta Cardón, asesor del Instituto de Cultura del Estado Falcón, La Casa de la Cultura de Santa Ana, del Concejo Nacional de la Cultura y de PDVSA, así como de la Corporación Mariano de Talavera, organismo creado para la custodia de Coro y su puerto de La Vela, como Patrimonio Cultural de la Humanidad, a través de la UNESCO.
 
Así mismo coordinó la cátedra libre Alí Primera del Núcleo Punto Fijo de la Universidad del Zulia, profesor honorario y titular de la cátedra de Educación de las Artes en esa institución.
En la actualidad, es Director de Cultura de la Universidad de Falcón, la cual le otorgó el Doctorado Honoris Causa y es directivo de la Comisión Permanente de los Directores de Cultura de las Universidades de Venezuela.

GALARDONES
  • Premios Regionales del Estado Falcón en Poesía, Cuento y Teatro.
  • Premio Internacional de Poesía Simón Bolívar (1983) para el cual optaron más de 200 trabajos del mundo.
  • Premio Latinoamericano de Poesía en el XI Festival de la Juventud y los Estudiantes, realizado en La Habana (1978).
  • Menciones Honoríficas en los concursos de los himnos de las universidades Abierta y Francisco de Miranda, respectivamente, y del concurso nacional de Dramaturgia, auspiciado por la Casa de la Cultura de Maracay.
- DISTINCIONES ACADÉMICAS
  • Profesor Honorario de la Universidad del Zulia.
  • Doctor Honoris Causa por la Universidad de Falcón.
  • Miembro correspondiente de la Academia Venezolana de la Lengua, correspondiente a la Real Española.
- CONDECORACIONES
  • Juan Crisóstomo Falcón.
  • Josefa Camejo.
  • Rafael Calles Sierra.
  • Lanceros de Araure.
  • Universidad de los Llanos Ezequiel Zamora.
  • Juan Argenis Aguilar.
  • Maestro Carmelo Duarte.
  • Ciudad de Barquisimeto.
  • Ciudad de Cocumare del Tuy.
  • Ciudad de Michelena.
  • Réplica del Soldado Desconocido (Campo de Carabobo).
- RECONOCIMIENTOS
Huésped de Honor de:
  • Escuque.
  • Sanare (Lara).
  • Sabana de Mendoza.
  • Carúpano.
  • Yaguaraparo e Irapa.
  • San Juan de los Cayos.
  • Ciudad de Coro.
- TÍTULOS HONORÍFICOS
  • Hijo Ilustre de Pedregal.
  • Hijo Ilustre de Punto Fijo.
  • Patrimonio Cultural Viviente del Municipio Carirubana.
  • Venezolano Ilustre, siendo presidente del CONAC el Maestro José Antonio Abreu.
- REPRESENTACIONES
  • Director-Fundador del Ateneo de Punto Fijo.
  • Cronista del Municipio Carirubana.
  • Presidente de la Asociación Nacional de Cronistas de Venezuela.
  • Jurado principal del Premio Nacional de Poesía (CONAC) Francisco Lazo Martí.
  • PRESIDENTE FUNDADOR DEL CENTRO DE HISTORIA DE PARAGUANÁ.
Fue postulado para optar al premio Príncipe de Asturias por la Universidad del Zulia, con el respaldo posterior de la Federación de Ateneos de Venezuela y los Ayuntamientos de La Palma, Lanzarote y Fuenteventura.