Guillermo De León Calles
Crecimos juntos. La ciudad y nosotros crecimos juntos. La calle, sin
serlo, era una convocatoria de polvo y verdolagas. Y si estiramos un poco la
noción de la realidad, todo estaba a medio andar, la torre de la iglesia, las zanjas
para los tubos gruesos, los pies resentidos del polero, la noche misma. Punto
Fijo entonces, para quienes veníamos apermisados por la pedregosa multitud,
para que desembocáramos frente al mar, era una especie de confrontación
obligada con la vida anterior, dada por patios y traspatios, ventanales en
donde cabía el sol completo, puertas certificadas por el barroquismo y, todo,
el silencio, del cual la única cómplice era la luna llena.
Punto Fijo pareció decirnos, mucho gusto, pasen adelante, porque realmente
el comercio, muchas veces medio silvestre, era el anfitrión fundamental, con
giros dialectales tan diversos, capaces de definir la nueva realidad como un
mundo ausente de relatos anteriores y de ilustraciones vertidas en las más
modestas enciclopedias de nuestra niñez. Debemos decir que el emblema
bullicioso era el pasaje Zeiter y que la nostalgia y la querencia reciente,
pudieron dar cabida al poder contar con dos tierras y una sola vida.
La ciudad era geopolíticamente huérfana, tenía que serlo. No podía
merecer etiqueta distintoria aquel amargo constante de desaparición, aquella
convulsión cultural, que comenzó a colocarle mortadela a las arepas peladas y
que se despertaba entre crisis socialmente epilépticas, cuando la noche se
colocaba lentejuelas en medio del pecho. Tenía que ser, definitivamente, un
caserío. Menos para los propósitos de Rafael González Estaba, éste le había
puesto plaza y escuela a la recién llegada comunión humana, a la que también
le abrió unos espacios deportivos para que le aliviaran sus tardes y los
calores de las medias mañanas dominicales.
Y menos también -con tiempos muy distanciados entre ambos- para Jofre
Játem, que durante los años en que la clandestinidad política, encontró refugio
en el escritorio de caoba de la Cámara de Comercio de Paraguaná para pensar
mapas y colorear sueños, que llevaran, alguna vez, a Punto Fijo a convertirse
en distrito, ¿distrito?, ¿y por qué?, porque cuando la dictadura clausurara sus
traumas, la ciudad crecería tanto y tanto, que al desbordarse urbanamente, no
podía quedar sin un lugar políticamente apropiado, cerca del pico, en donde la
península de Paraguaná nunca se cansará de beber agua de cielo.
Las reuniones fueron tramitadas después que el 23 de enero de 1958
apresuró su madrugada. El resurgimiento de la palabra en plena calle y la de los foros controvertidos afinaron las
posibilidades. Ondas del Caribe volvió a ser Ondas del Caribe y Médano reanimó
la tinta escasa con que había nacido. Hubo que esperar que el pensamiento y el
sentimiento sobre Punto Fijo, se asentaran definitivamente, sin pensarse en los
regresos masivos y que la tenencia de la tierra flexibilizara sus rigores, para
darle paso, en nombre de la libertad apasionada, a los nuevos barrios. Al poco
tiempo surgirían las reuniones con nombre propio: Comité Pro- Punto Fijo
Distrito.
La dependencia, como se había establecido
provenía del Distrito Falcón, amparo de toda la península de Paraguaná y, en
términos específicos, de la Junta Comunal del Municipio Carirubana. Los
promotores la nueva categoría clamaban por autoridades propias, que diseñar:
ejecutaran, con autonomía, los planes que convenían a una comunidad catalogada
como urbana y que aún siendo caserío, el más grande del mundo, estaba dotada de
instituciones sólidas, como la iglesia Nuestra Señora de Coromoto, el liceo
Mariano de Talavera, la Escuela de Comercio, la Escuela Industrial, la Escuela
de Administración Comercial de la Universidad dad del Zulia, el diario Médano,
Ondas del Caribe y la incipiente Radio Paraguaná, por sumarlas al Club de
Leones de Paraguaná, el Rotary Club, el Ateneo de Punto Fijo, la misma Cámara
de Comercio, el Centro Hispano y una modesta delegación del Poder Judicial.
En las reuniones, que se intercalaban
entre las casas de habitación de Joffre Paúl y Julián Játem, respectivamente y
el Club Falcón, siempre frecuentábamos los que entendíamos que Paraguaná
espiritualmente era única, pero que, administrativamente, con certeza o errores de
apreciación debía estar diferenciada. Figuras como Nhur María Játem, Carlos
Wonhsiedler, Elvia Játem de Hómez, Teófano Fagúndez, Rafael González Estaba y
muchos otros, no tantos, configuraron el embrión de un propósito, que hasta
llegó a tener canto grabado por el insigne falconiano Tino Rodríguez.
La avalancha de criterios iba
democratizando las acciones. Los comentarios iban desde la salvaguarda de la
unidad peninsular, hasta una equitativa distribución del territorio. Una
refinería petrolera para cada uno de los dos distritos, que conformarían a
Paraguaná y la incorporación de cuidados económicos -con base científica o no-
que garantizaran la supervivencia de los pueblos más deprimidos del ancestral
ámbito caquetío.
La armonía interna dentro del Comité,
decretó el momento oportuno para la creación de la nueva entidad, porque el
acaloramiento inundó a la Paraguaná oriental, con naturales celos por su
desintegración y desmembramiento y, además, llegó a prenderse en las pasiones
de los partidos políticos, simultáneamente con la aceptación, por parte de la
Asamblea Legislativa del Estado Falcón, del proyecto de Ley de reforma de la
división político-territorial del Estado Falcón.
Las posiciones de las fracciones
parlamentarias en la legislatura regional, fueron radicalmente encontradas.
Acción Democrática y URD, con sus diputados, desde el comienzo de las
discusiones del instrumento legal, estuvieron comprometidas con la decisión de
que la ciudad del viento, como la había distinguido el poeta y periodista
Vladimiro Rivas, asumiera categoría acorde con su crecimiento y desarrollo. La
sesiones estuvieron signadas por discursos encendidos a favor de la reforma,
mientras que Copei y el Movimiento Electoral del Pueblo, consustanciados con
los argumentos esgrimidos por sectores representativos y el pueblo llano del
Distrito Falcón, asumían posiciones contrarias.
La división se había consumado con el
nacimiento del distrito número l3 del Estado Falcón: Distrito Carirubana,
capital Punto Fijo. La reforma se aprobó el 12 de diciembre de 1969, con la
incorporación de dos municipios, esencialmente urbanos, como Punta Cardón y
Carirubana propiamente dichos y, uno de características diferentes, en cuanto
a conformación demográfica y tradicional: Santa Ana.
La denominación de Carirubana se tomó como un acto de reconocimiento
al poblado que, definitivamente, había constituido la génesis de Punto Fijo, en
aquel proceso cultural de ascenso hacia Cerro Arriba, nombre anterior de
nuestra ciudad, que distinguía en los albores del siglo XX, en un paisaje
desértico, las casas de Tertuliano Naveda y Juana Acosta, hasta que los años 20
comenzaron a transformar la vida general de este espacio telúrico, con el
establecimiento de la Venezuela Gulf, que en 1936 pasaría a denominarse Mene
Grande Oil Company, que sigue llamándose Mene Grande a través de la distinción
popular, que le dan en todo este tiempo.
Rafael González Estaba, estuvo comandando la construcción y el
crecimiento espiritual de la nueva urbe, a partir de la plaza José Leonardo
Chirinos -con el tiempo, "del Obrero", hasta que se le restituyó su
nombre inicial- la creación de la Escuela Federal Unitaria 3.309, con la maestra
Olga Díaz de Díaz como pionera. A esto debemos sumarle la participación activa
de Octavio Salcedo Salcedo en el trabajo de distinguir las calles de la nueva
Punto Fijo con nombres de próceres de la Independencia y de Repúblicas
hispanoamericanas.
El ingeniero Ramón Antonio Medina, como
gobernador del estado de entonces, le puso el ejecútese a la Ley reformada el 3
de Enero de 1970 y la decisión de la Asamblea Legislativa regional determinó
que la Junta Administradora del nuevo distrito, se realizara el 27 de febrero
del mismo año, en el auditorio de la Escuela de Comercio, con la siguiente
estructura: Jorge Tovar Rivera, presidente; Carlos Sierraalta Osorio,
vicepresidente, mientras que la equivalencia relativa a la condición de
concejales, correspondió a José Ramón Viloria, Luis Alberto Galavís, Salomón
Rojas, Enrique Salima González y Guillermo de León Calles. El primer Síndico
Procurador fue el abogado Oswaldo Moreno Méndez y el primer Secretario,
Francisco Martínez, quien después fuera reemplazado por Orlando Arcaya Ventura.
Las sesiones grabadas por el técnico de
sonido Carlos Borges Caldera recogen que el primer cronista fue Rafael
González Estaba y que el informe inicial de la presidencia, destaca que como
administrador fue designado Napoleón Jurado y que el resto de los
nombramientos fue mecanografiado por María Escarbay.
El Distrito Carirubana contó con su
primer Concejo, luego de las elecciones generales de 1973, recayendo la
presidencia, después de un acuerdo de la misma cámara municipal, en Alejandro
Blanco quien fue sucedido por Carlos Naranjo, José David Díaz, Ramón Ruiz
Polanco, Carlos Wonhsiedler, Rolando Juvenal Mora, Alicia Carrasquel, Oswaldo
Moreno Méndez, Alejandro Weffer, José Cristóbal Primera y Rosa de Triana.
La nueva Ley de régimen municipal
consagra la figura del Alcalde en 1990, posición que ocupara por primera vez,
el médico psiquiatra Raúl González Castro, seguido en dos oportunidades por
Rolando Juvenal Mora, luego Luis Marcano Rubio, Carlos Tremont y actualmente
Alcides Goitía.
Todo comenzó en la calle Marino, en donde
siempre se ha alojado un destino educacional: El liceo Talavera, la Escuela de
Comercio, la Universidad del Zulia y ahora el Instituto José Gregorio
Hernández. Fue poco el tiempo, porque aprobada la construcción del nuevo
edificio municipal, se encargó al arquitecto Alejandro Blanco para tales
fines, con la circunstancia de que este profesional llegaría a ser presidente
de un futuro cuerpo edilicio.
Hemos realizado una crónica apretada de
la constitución y logros del Comité Pro-Punto Fijo Distrito. Lo ausente en el
presente trabajo, sabemos que comparte la memoria de muchos ciudadanos.
Algunos faltan en un registro que resultaría interminable, si nos atuviéramos a
una relación minuciosa de los acontecimientos. Mientras tanto, estamos
sólidamente pensando en que alguna vez, muy pronto, logremos concebir una
exposición más amplia de lo que ha significado para Punto Fijo y el Estado
Falcón en general, el surgimiento que empezó a cambiar el mapa político de
nuestra entidad regional. Así será.
GUILLERMO DE LEÓN CALLES - SÍNTESIS CURRICULAR
GUILLERMO DE LEÓN CALLES - SÍNTESIS CURRICULAR
Guillermo Segundo de León Calles, Poeta, Profesor
Universitario y Cronista del Municipio Carirubana nació en Pedregal, estado
Falcón, el 17 de septiembre de 1943.
Carrera Literaria:
En la Península de Paraguaná cumple su formación en el campo
de las letras, con ámbito humanístico y permaneció en la ciudad de Caracas, a
los efectos de su consolidación en él.
Entre sus obras se encuentran: La piedra no está hecha de
piedra, Teatro, Cantos para arrullar abuelos, Palabra de honor, Las
lloviznas del turupial, Bolívar doscientos años o la eternidad, Memorias de un
Punto Fijo, La esquina de Pablo, Vuelto ebrio, Paraguaná un milagro de Dios,
Campo Shell, De perfil y de frente, Con letra de imprenta, El mar nuestro de
cada día y Cuentos de Tío Memo.
Su poesía y textos teatrales han sido interpretadas por Rafael
Alberti y Nuria Espert, Luis Beltrán Prieto Figueroa, Los Cuatro
de Chile, Morella Muñoz, Balbino Blanco Sánchez, Emiro Querales, Felipe
Amaya, José Montecano, Cuatrocantos, Carota Ñema y Tajá, Lilia Vera,
Serenata Guayanesa, Yuri Díaz, Manuel Petit, Miguel Ángel Bosch, José Terremoto
Lugo, María Teresa Chacín, Ruperto Tico Páez, las corales: Paraguaná, Falcón,
Universidad Santa María y Santa Ana, y los grupos teatrales Terrón de Azúcar,
Espejos, Pig, Escuela de Filosofía de la UCV, Escuela de Comunicación Social de
LUZ y otros grupos diseminados en el resto del país; entre ellos el de la
UNELLEZ.
En la Docencia:
Guillermo de León Calles ocupó la presidencia durante dos
períodos consecutivos del Centro de estudiantes del Liceo Mariano de Talavera,
así como de su similar en la Universidad del Zulia, Núcleo Punto Fijo.
En el campo de la promoción cultural y de la docencia, se ha desempeñado como director-fundador del Ateneo de Punto Fijo, profesor de Castellano y Literatura del Liceo Alejandro Petión de Punta Cardón, asesor del Instituto de Cultura del Estado Falcón, La Casa de la Cultura de Santa Ana, del Concejo Nacional de la Cultura y de PDVSA, así como de la Corporación Mariano de Talavera, organismo creado para la custodia de Coro y su puerto de La Vela, como Patrimonio Cultural de la Humanidad, a través de la UNESCO.
Así mismo coordinó la cátedra libre Alí Primera del Núcleo Punto Fijo de la Universidad del Zulia, profesor honorario y titular de la cátedra de Educación de las Artes en esa institución.
En el campo de la promoción cultural y de la docencia, se ha desempeñado como director-fundador del Ateneo de Punto Fijo, profesor de Castellano y Literatura del Liceo Alejandro Petión de Punta Cardón, asesor del Instituto de Cultura del Estado Falcón, La Casa de la Cultura de Santa Ana, del Concejo Nacional de la Cultura y de PDVSA, así como de la Corporación Mariano de Talavera, organismo creado para la custodia de Coro y su puerto de La Vela, como Patrimonio Cultural de la Humanidad, a través de la UNESCO.
Así mismo coordinó la cátedra libre Alí Primera del Núcleo Punto Fijo de la Universidad del Zulia, profesor honorario y titular de la cátedra de Educación de las Artes en esa institución.
En la actualidad, es Director de Cultura de la Universidad de
Falcón, la cual le otorgó el Doctorado Honoris Causa y es directivo de la
Comisión Permanente de los Directores de Cultura de las Universidades de
Venezuela.
GALARDONES
- Premios Regionales del Estado Falcón en Poesía, Cuento y Teatro.
- Premio Internacional de Poesía Simón Bolívar (1983) para el cual optaron más de 200 trabajos del mundo.
- Premio Latinoamericano de Poesía en el XI Festival de la Juventud y los Estudiantes, realizado en La Habana (1978).
- Menciones Honoríficas en los concursos de los himnos de las universidades Abierta y Francisco de Miranda, respectivamente, y del concurso nacional de Dramaturgia, auspiciado por la Casa de la Cultura de Maracay.
- DISTINCIONES
ACADÉMICAS
- Profesor Honorario de la Universidad del Zulia.
- Doctor Honoris Causa por la Universidad de Falcón.
- Miembro correspondiente de la Academia Venezolana de la Lengua, correspondiente a la Real Española.
- CONDECORACIONES
- Juan Crisóstomo Falcón.
- Josefa Camejo.
- Rafael Calles Sierra.
- Lanceros de Araure.
- Universidad de los Llanos Ezequiel Zamora.
- Juan Argenis Aguilar.
- Maestro Carmelo Duarte.
- Ciudad de Barquisimeto.
- Ciudad de Cocumare del Tuy.
- Ciudad de Michelena.
- Réplica del Soldado Desconocido (Campo de Carabobo).
- RECONOCIMIENTOS
Huésped de Honor de:
- Escuque.
- Sanare (Lara).
- Sabana de Mendoza.
- Carúpano.
- Yaguaraparo e Irapa.
- San Juan de los Cayos.
- Ciudad de Coro.
- TÍTULOS
HONORÍFICOS
- Hijo Ilustre de Pedregal.
- Hijo Ilustre de Punto Fijo.
- Patrimonio Cultural Viviente del Municipio Carirubana.
- Venezolano Ilustre, siendo presidente del CONAC el Maestro José Antonio Abreu.
- REPRESENTACIONES
- Director-Fundador del Ateneo de Punto Fijo.
- Cronista del Municipio Carirubana.
- Presidente de la Asociación Nacional de Cronistas de Venezuela.
- Jurado principal del Premio Nacional de Poesía (CONAC) Francisco Lazo Martí.
- PRESIDENTE FUNDADOR DEL CENTRO DE HISTORIA DE PARAGUANÁ.
Fue postulado para optar al premio Príncipe de Asturias por
la Universidad del Zulia, con el respaldo posterior de la Federación de Ateneos
de Venezuela y los Ayuntamientos de La Palma, Lanzarote y Fuenteventura.